Una negligencia dental también puede ocurrir por no cumplir con las normas básicas de higiene y seguridad en la clínica. Estas faltas de cuidado ponen en riesgo la salud del paciente.
Ejemplos comunes de este tipo de negligencia incluyen:
Falta de control de infecciones: Cuando el dentista no usa barreras de protección adecuadas para cada paciente, no se lava las manos o no utiliza material esterilizado. Esto puede causar la transmisión de enfermedades e infecciones.
No usar el dique de goma: Este es un trozo de látex que se coloca alrededor del diente a tratar. Su propósito es protegerte de la ingesta o aspiración accidental de pequeños instrumentos o líquidos durante el tratamiento. Si el dentista omite su uso, puede causar un accidente grave.
Solicita una consulta inicial y descubre si has sido víctima de una negligencia dental. Analizaremos tu situación de forma profesional y sin compromiso.
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